domingo, 29 de enero de 2012

LAS TECNOLOGÍAS EMERGENTES Y SUS RETOS EDUCATIVOS

       ¿Qué son y cuáles son las tecnologías emergentes?
Para esta parte del trabajo, mi exposición se basará en un informe denominado “Horizon 2011” que emana del “Proyecto Horizon” del “Nuevo Media Consortium” (NMC). Un proyecto que se inició en 2002 y cuya labor es identificar, cuantitativa y cualitativamente, las tecnologías emergentes que probablemente tengan un fuerte impacto en la docencia, el aprendizaje, la investigación y la expresión creativa dentro de las organizaciones dedicadas a la educación.

       El informe Horizon entiende por “tecnología emergente” aquellas herramientas informáticas clave que además de utilizarse hoy, prometen un crecimiento importante en los próximos años. Bajo este paraguas, el proyecto Horizon engloba innovaciones de distinta naturaleza que están transformando las formas de pensar y de actuar con TIC, entre otras, destacan: a) Los recursos tecnológicos para la educación en general, b) Los recursos para la atención a la diversidad de manera especial, c) Las nuevas formas de promover y garantizar la igualdad de oportunidades, d) Los nuevos métodos de comunicación, e) Los novedosos marcos de referencia en la relación usuario-profesional, f) Las guías de procesos de valoración.

     En cada edición del informe Horizon se identifican seis tecnologías o prácticas emergentes cuyo uso probablemente se generalizará en un periodo de uno a cinco años. Asimismo, se presentan tendencias y retos críticos que tendrán un efecto en la docencia y el aprendizaje en este mismo periodo de tiempo. Las tecnologías emergentes objeto de estudio en el 2011 son las siguientes: a) A corto plazo (próximos doce meses): entornos colaborativos y medios sociales, b) A medio plazo (dos a tres años): contenidos abiertos y dispositivos móviles, c) A largo plazo (cuatro o cinco años): realidad aumentada y web semántica. En esta comunicación no habrá espacio para abordar los retos que suponen todas ellas así que nos centraremos en los retos a medio plazo, y en particular; los que nos llegan de los dispositivos móviles.

     Entre las tendencias claves reseñadas por el informe Horizon está la "descentralización" del conocimiento y de las infraestructuras, el aumento de los procesos colaborativos y la necesidad de conectividad permanente. Los retos críticos continúan siendo: la necesidad de la formación de docentes y estudiantes en el uso de los nuevos medios así como la capacidad de mantener el ritmo frente a la avalancha de información y nuevos dispositivos y herramientas. Sumados a estos retos también figuran la falta de medidas adecuadas para evaluar las nuevas formas de investigación y publicación y la presión de los nuevos modelos docentes sobre el modelo tradicional de las instituciones educativas. Tal vez como manifiestan Thomas y Seely (2011) el problema está más que en las instituciones eN sí mismas, en nuestra teoría del aprendizaje. Según estos autores, estamos atrapados en un modo en el que estamos usando antiguos sistemas de comprensión del aprendizaje para tratar de entender nuevas formas de aprender, y parte de los resultados es que nos estamos perdiendo algunos datos realmente importantes y valiosos.


La brecha entre la tecnología y la pedagogía

      El vertiginoso avance de las tecnologías impregnan la práctica totalidad de. En esta nueva sociedad que aún está emergiendo las tecnologías se han convertido en algo ineludible que están transformando la práctica totalidad de las actividades cotidianas que desarrolla el ser humano. Si miramos retrospectivamente, cada nueva tecnología que ha aparecido en la sociedad ha sido probada y utilizada en educación. Sin embargo, el tiempo que suele transcurrir desde su aparición hasta su utilización educativa es sustancial.

        En este apartado sostenemos que mientras el vertiginoso avance de este fenómeno impregna la práctica totalidad de las actividades cotidianas y está cambiando los paradigmas socioeconómicos, la forma de trabajar, la forma de comunicarnos, la forma de acceder a la información, el futuro del trabajo y la vida social más allá de los que somos capaces de reconocer en nuestras vidas, en el ámbito educativo su incorporación es lenta. Por ejemplo, mientra que en la sociedad ya se camina en la Web 3.0. en educación aún se trabaja por conseguir la escuela 2.0. Debemos ser conscientes de la enorme inercia que sufre la educación 1.0. Son pocos los indicios existentes que nos permitan afirmar que la educación está evolucionando hacia el paradigma 3.0. y que eN las escuelas 1.0. no se puede enseñar a estudiantes 3.0.
El avance del desarrollo tecnológico es un hecho sin discusión pero su integración real en las aulas no es un hecho resuelto en términos generales. Tenemos que reestructurar nuestros sistemas educativos para poder satisfacer las necesidades de la sociedad moderna y del futuro ¿Pero por qué no evolucionan al mismo ritmo? Entre otras muchas razones algunas que nos parecen obvias son las siguientes. En primer lugar, las TIC no nacen el en contexto educativo sino que es diseñado con fines comerciales en lugar de uso educativo. En segundo lugar, se la inversión para el desarrollo de la aplicación pedagógica de las tecnologías es mucho menor que el que se utilizar para su propia creación. Así pues, lo que suele hacer el sistema educativo es una adaptación de las posibilidades tecnológicas de la herramienta al uso pedagógico de la misma. Otra de las explicaciones es que muchas de las actuales generaciones de profesores no han aprendido a través de la tecnología por lo las prácticas didácticas se desarrollan lentamente y en la teoría casi nada. Por último, un punto clave es el hecho de que las tecnologías cambian rápidamente en comparación con anteriores tecnologías también aplicadas a la educación. Esto tiene varias consecuencias como que los profesores no tienen tiempo para aprender de la experiencia y tienen dificultad para mantenerse al día por lo que pueden sentirse reacios a invertir tiempo y esfuerzo en las últimas tecnologías. Este continuo cambio puede dar lugar a "la alienación de las TIC y provocar ansiedad" en algunos profesores.

      Como consecuencia, la utilización pedagógica de las herramientas tecnológicas suele estar sin explorar en gran parte (Selwyn, 2007). Como ha puesto de manifiesto este autor, la tecnología como herramienta pedagógica está infrautilizada y en muchos casos sigue estando sin explotar Es decir, la aplicación didáctica suele ir a remolque de los desarrollos tecnológicos. En muchos otros casos lo que se hace es una transmisión tecnológica de las aplicaciones a la educación lo que conlleva que en muchos casos, sigan estando presenten los modelos tradicionales de enseñanza sin modificar nada en el proceso ni desde luego pensar en las finalidades de la incorporación de nuevas herramientas. No vamos a profundizar en este momento en lo que significa este hecho (Rodríguez Izquierdo, 2010, 2011). En cualquier caso, el diagnóstico en el que se encuentra la implantación de las tecnologías emergentes en educación dista mucho de ser unánime. Las respuestas desde la literatura a las preguntas que nos hacíamos en este apartado son contradictorias. Por una parte, hay autores que piensan que nos encontramos en una fase de “fijación técnica” donde se pone una fe infalible el uso tecnológico de las herramientas.

       No podemos estar ajenos de donde estamos hoy y hacia donde van las tecnologías a nivel social y dónde están las tecnologías en su aplicación pedagógica a nivel educativo. Sin necesidades de grandes análisis inmediatamente observamos que las tecnologías emergentes ni surgen ni se aplican directamente con sentido pedagógico a los procesos educativos. Más bien, existe una brecha (la desconexión digital) importante en el desarrollo tecnológico entre las innovaciones tecnológicas y las innovaciones pedagógicas que se derivan de las mismas como puso de manifiesto la investigación de Luckin et al. (2009).

      Además, las evidencias indican que aunque la tecnología es pieza clave en la sociedad actual pero no es la solución mágica a los problemas educativos (OCDE, 2010). No se puede ignorar que Estados Unidos, el país mas “desarrollado” del mundo en las tecnologías de la información y de la comunicación, el multimedia, el Internet, etc., tienen un nivel de instrucción especialmente deplorable según un estudio de las Organización de Cooperación y Desarrollo Económico. Lo que realmente importa es cómo se explota creativamente y constructivamente la alineación de los elementos (Wiske, 2005; Jonassen et al, 2008, Cuban, 2008,). El reto que tenemos por delante es repensar cómo se produce la integración de las tecnologías en los procesos de aprendizaje y docencia.

     Mishra y Koehler (2006) presentan un documento sobre "el conocimiento del contenido pedagógico tecnológico” con esta cuestión. Parte del problema que argumentan es que ha habido una tendencia a tener en cuenta sólo a la tecnología sin más y no cómo se utiliza. El mero hecho de introducir la tecnología al proceso educativo no es suficiente. Por tanto, es cada vez más evidente que nuestra principal atención debería centrarse en estudiar la utilización pedagógica de la tecnología.


Modelo de integración de la competencia digital en el desarrollo profesional docente (Pozos, 2010:157)

Las dimensiones básicas a través de las cuales se vertebra y constituye el modelo son:

1.      Las Unidades de Competencia Digital, ya mencionadas anteriormente, como punto de partida y fundamento que da sentido al modelo (la profesionalidad del docente universitario en lo personal y lo profesional; el compromiso profesional, el impacto personal y social).
2.      Las Fases de Integración de la Competencia Digital que dan el carácter de desarrollo y continuidad en el tiempo (sentido formativo). La competencia digital entraña un proceso de aprendizaje complejo, gradual y recurrente, es decir, es más bien un proceso de desarrollo que ha de llevarse a cabo a través del tiempo para poder integrarse adecuadamente en el repertorio de actuaciones del profesorado; un proceso que va desde el establecimiento e identificación del problema educativo a resolver con el apoyo de TIC en su más amplio sentido, y que pasa por otros procesos cognitivos complejos en los que se identifican, se analizan, se organizan, se evalúan y se seleccionan críticamente, entre otros procesos, los sistemas tecnológicos más pertinentes para resolver el problema educativo o situación pedagógica en un contexto y momento determinado.

Tabla 5. Fases de Integración de la Competencia Digital (Pozos, 2010:283)

3.      El Nivel de Dominio y Grado de Complejidad de la Competencia Digital, que da cuenta del carácter evolutivo y de profundidad por niveles de desarrollo. Concebir la integración de la competencia digital en el desarrollo profesional docente como proceso continuo, recurrente y gradual (aprendizaje permanente), consideramos que implica además, definir el grado o medida en que cada una de las competencias puede irse desarrollando y profundizando, tanto en su comprensión como en su utilización e integración significativa, es decir, el grado de dominio o maestría de la competencia digital. Así, hemos definido cinco niveles que inician desde la consideración que una competencia no ha sido desarrollada hasta el momento, pero que sin embargo está latente por aprender y desarrollar, hasta llegar a un ideal o máximo nivel de desarrollo de la competencia, como experto.

Finalmente apuntamos sintéticamente los ejes vertebradores del modelo, para tener una idea general sobre sus concepciones y fundamentos generales:

ü La reflexión crítica y la mejora continua en y sobre la práctica. Lo cual nos da cuenta de un modelo abierto, flexible sometido a evaluación continua; así, se abre la posibilidad de conformar nuevos roles que atiendan a las necesidades de la sociedad. Como apuntamos antes, un enfoque humano y crítico sobre la formación claramente contextualizada.
ü Integración coherente y gradual orientada a la innovación y a la generación y aplicación del conocimiento como compromiso individual y social.
ü Metas claras y alcanzables de desarrollo profesional como fuerza resultante, orientadas al crecimiento y desarrollo profesional; orientan y posibilitan las acciones de formación permanente.
 La competencia Digital del profesorado:
Modelo de integración de la competencia digital en el desarrollo profesional docente (Pozos, 2010:157)

Las dimensiones básicas a través de las cuales se vertebra y constituye el modelo son:

1.      Las Unidades de Competencia Digital, ya mencionadas anteriormente, como punto de partida y fundamento que da sentido al modelo (la profesionalidad del docente universitario en lo personal y lo profesional; el compromiso profesional, el impacto personal y social).
2.      Las Fases de Integración de la Competencia Digital que dan el carácter de desarrollo y continuidad en el tiempo (sentido formativo). La competencia digital entraña un proceso de aprendizaje complejo, gradual y recurrente, es decir, es más bien un proceso de desarrollo que ha de llevarse a cabo a través del tiempo para poder integrarse adecuadamente en el repertorio de actuaciones del profesorado; un proceso que va desde el establecimiento e identificación del problema educativo a resolver con el apoyo de TIC en su más amplio sentido, y que pasa por otros procesos cognitivos complejos en los que se identifican, se analizan, se organizan, se evalúan y se seleccionan críticamente, entre otros procesos, los sistemas tecnológicos más pertinentes para resolver el problema educativo o situación pedagógica en un contexto y momento determinado.

Tabla 5. Fases de Integración de la Competencia Digital (Pozos, 2010:283)

3.      El Nivel de Dominio y Grado de Complejidad de la Competencia Digital, que da cuenta del carácter evolutivo y de profundidad por niveles de desarrollo. Concebir la integración de la competencia digital en el desarrollo profesional docente como proceso continuo, recurrente y gradual (aprendizaje permanente), consideramos que implica además, definir el grado o medida en que cada una de las competencias puede irse desarrollando y profundizando, tanto en su comprensión como en su utilización e integración significativa, es decir, el grado de dominio o maestría de la competencia digital. Así, hemos definido cinco niveles que inician desde la consideración que una competencia no ha sido desarrollada hasta el momento, pero que sin embargo está latente por aprender y desarrollar, hasta llegar a un ideal o máximo nivel de desarrollo de la competencia, como experto.

Finalmente apuntamos sintéticamente los ejes vertebradores del modelo, para tener una idea general sobre sus concepciones y fundamentos generales:

ü La reflexión crítica y la mejora continua en y sobre la práctica. Lo cual nos da cuenta de un modelo abierto, flexible sometido a evaluación continua; así, se abre la posibilidad de conformar nuevos roles que atiendan a las necesidades de la sociedad. Como apuntamos antes, un enfoque humano y crítico sobre la formación claramente contextualizada.
ü Integración coherente y gradual orientada a la innovación y a la generación y aplicación del conocimiento como compromiso individual y social.
ü Metas claras y alcanzables de desarrollo profesional como fuerza resultante, orientadas al crecimiento y desarrollo profesional; orientan y posibilitan las acciones de formación permanente.
Hargreaves señala un perfil del profesorado que enseñe en, para y más allá de la Sociedad del Conocimiento con las siguientes cualidades o conjunto de virtudes profesionales indiscutibles.
 
Tabla . Enseñar en, para y más allá de la Sociedad del Conocimiento (A partir de Hargreaves, 2003)
       Recientemente en una conferencia sobre el futuro del profesorado y de su desarrollo profesional, Hargreaves (2011) señala que necesitamos seriamente invertir en el desarrollo profesional de los docentes; que debemos repensar la educación; y sobre todo, que debemos invertir en profesorado altamente cualificado que desarrolle competencias de alto nivel y con un alto nivel de compromiso.

     Analizando y tomando en cuenta las reflexiones previas, así como otras muchas derivadas de un análisis profundo llevado a cabo en una investigación realizada en el 2010 en España y México sobre  “La Competencia Digital del Profesorado Universitario para la Sociedad del Conocimiento” (Pozos, 2010), se han identificado y validado una serie de Unidades de Competencia Digital para dicho perfil, que consideramos debe asumir el profesorado en la Sociedad del Conocimiento, haciendo énfasis en que tal competencia ha de estar integrada en el tejido mismo de cada uno de esos roles, dado su carácter transversal e impacto, en mayor o menor grado, en cada uno de los roles y actividades del docente. Ello permite dejar a un lado el enfoque meramente instrumental de las tecnologías — que consideramos que es sólo una parte del enfoque de competencias y que se considera igualmente junto con aquellas competencias metodológicas, personales y participativas que conforman todos los tipos de saber de una competencia — (Tejada y Giménez, 2007) y abre paso a la prioridad de la persona, del profesional, para que sea él quien a partir de la reflexión crítica, utilice e integre adecuadamente las tecnologías de información y comunicación no sólo en el aula, que correspondería sólo al rol de docencia, sino que las integre en cada uno de sus roles profesionales y sus contextos correspondientes, de acuerdo a su criterio y experiencia profesional. Así, el enfoque no estará en la tecnología, sino en el poder de reflexión y decisión del profesorado para utilizar estratégicamente dicha tecnología.

Enseñar EN y PARA la Sociedad del Conocimiento
Enseñar MÁS ALLÁ de la Sociedad del Conocimiento
Desarrollar un aprendizaje cognitivo sofisticado, un repertorio cambiante y en expansión de prácticas de enseñanza basadas en la investigación, formación y autoevaluación profesional continua, asociaciones de aprendizaje, el desarrollo y uso de la inteligencia colectiva y el cultivo de una profesión que valora la resolución de problemas, la asunción de riesgos, la confianza profesional, el enfrentarse al cambio y el compromiso con la mejora continua.
Servir como contrapunto para promover los valores de comunidad, democracia, humanitarismo e identidad cosmopolita. Dedicación para la construcción del carácter de los alumnos con estos atributos; ayudarles a pensar y actuar por encima y más allá de las seducciones y exigencias de la economía del conocimiento. También exige que los docentes trabajen juntos en grupos de colaboración a largo plazo, que se comprometan y se desafíen entre sí, como una comunidad profesional preocupada y comprometida, que construyan una profesión en la que los docentes puedan experimentar y llegar a ser efectivos trabajando con sus colegas.
Requiere de niveles de capacidad y criterio; cualidades de madurez personal e intelectual que cuesta años desarrollar. Enseñar en la Sociedad del Conocimiento, más bien debería ser una carrera de primera opción, un trabajo para intelectuales adultos, un compromiso a largo plazo, una misión social, un trabajo de por vida.
·  Creatividad.
·  Flexibilidad.
·  Resolución de problemas.
·  Resolución de problemas.
·  Inventiva.
·  Inteligencia colectiva.
·  Confianza profesional.
·  Asunción de riesgos.
·  Mejora continua.
·  Promover el aprendizaje social y emocional, el compromiso y el carácter.
·  Aprender a relacionarse con los demás de una manera diferente; reemplazar las cadenas de interacciones con lazos y relaciones duraderos.
·  Desarrollar una identidad cosmopolita.
·  Comprometerse con un desarrollo profesional y personal continuo.
·  Trabajar y aprender en grupos de colaboración.
·  Forjar relaciones con familias y comunidades.
·  Construir la comprensión emocional.
·  Preservar la continuidad y la seguridad.
·  Establecer la confianza básica en las personas.

Otra serie de tecnologías emergentes que, de acuerdo a su interpretación y experiencia profesional, son relevantes para su consideración:


Horizontes de adopción
Retos críticos
1 año o menos
2 - 3 años
3 – 5 años
7.
Entornos de colaboración – social media
8.
Movimientos de investigación activa: Open data
14.
Pantallas flexibles
ü Integración Formal – Informal: Aprendizaje combinado, integración del aprendizaje formal y el informal.

ü Privacidad vs. Investigación e innovación.

9.
Visualización de datos
15.
Impresión de objetos, prototipos en 3D
10.
Crowdsourcing

11.
PLE’s
Entornos y redes  personales
de aprendizaje
12.
Aplicaciones de gama alta
(informática, AutoCAD, edición de video)
13.
Alfabetizaciones múltiples, Mashup’s, nuevos formatos


Tabla 2. Otras tecnologías emergentes significativas en el ámbito educativo para 2011-2015 (Reig, D., 2011)
Una pequeña retrospectiva para comparar con la actual, la podemos observar en el reporte Horizon del 2010, que presenta igualmente las seis tecnologías emergentes más destacadas del análisis de ese entonces y en las que podemos identificar que las tecnologías móviles, efectivamente han incrementado su uso, sin embargo, habría que valorar más adelante, los verdaderos aportes al aprendizaje de los alumnos. Asimismo, vemos cómo los libros electrónicos que tenían una perspectiva de 2 a 3 años de adopción en el mundo educativo en 2010, ahora ya, tienen una mayor aceptación hacia esta tecnología. En España, por ejemplo, el préstamo de libros electrónicos está llegando ya a algunas bibliotecas públicas. En suma, vemos que las tecnologías prospectadas se están abriendo camino en la educación aunque aún no podemos hablar de un hecho generalizado.
Horizontes de adopción
1 año o menos
2 - 3 años
3 – 5 años
1.
Dispositivos móviles
3.
Libros electrónicos
5.
Gestualización
2.
Contenidos abiertos
4.
Realidad aumentada simple
6.
Visualización de datos
Tabla 3. Tecnologías emergentes más significativas en la tecnología
educativa para 2010-2014 (Johnson, Levine, Smith & Stone, 2010)
      Por su parte, en el más reciente reporte del Comité de la Unión de Sistemas de Información JISC (Knight, 2011:50-51) sobre las prácticas emergentes en la era digital, se pronostican asimismo seis tecnologías que ilustrarán las futuras prácticas innovadoras en educación superior: Libros electrónicos, Social Media, Realidad Aumentada, Interfaces de nueva generación (control de voz, pantallas táctiles y 3D), computación en la nube “cloud computing” y el aprendizaje basado en juegos. Para complementar este breve panorama, hemos de considerar paralelamente las nuevas formas de acceso a recursos digitales para la educación (Open courses, OER, MOOC, OCW; la integración de diferentes contextos educativos (formal, no formal, informal) y escenarios de aprendizaje a través de internet (redes sociales, CoPs, CVA); los nuevos tipos y formas de aprendizaje (individual, grupal, colaborativo, conocimiento e inteligencia colectiva, aprendizaje 2.0 y 3.0, aprendizaje móvil y aprendizaje invisible);  y, finalmente, mencionar las teorías y concepciones sobre el aprendizaje de estos tiempos (constructivismo, conectivismo).

      A la luz este marco, consideramos necesario resaltar tres aspectos vinculados con la emergencia que implican todas estas tecnologías, y que son las nuevas concepciones de espacio, tiempo y velocidad. Tales concepciones e impactos han hecho, por ejemplo, que las barreras físicas de las instituciones universitarias, trasciendan hacia nuevos escenarios virtuales y móviles, dando la posibilidad a los alumnos y a las personas, de vincularse a nuevas propuestas curriculares-pedagógicas a través de las tecnologías e Internet. Esta ‘no-presencia’ o virtualidad en sí misma, como señala Cabero (2007), representa una variable significativa e importante, incluso para comunicarnos; o como explica Castells (2008), quien afirma que más bien, vivimos una ‘virtualidad real’ - y no en una ‘realidad virtual’ -, ya que la virtualidad real es la clave de todo lo que hacemos hoy en la red Internet: todo lo que percibimos y todo con el que interactuamos, está justamente ‘en’ este hipertexto electrónico, el cual es virtual; por ello, esta virtualidad es nuestra realidad e Internet es quien la procesa.

    En cuanto a la velocidad, podemos decir que representa la rapidez con la cual la información y el conocimiento se van generando a través de las tecnologías, así como generando nuevos y más avanzados sistemas tecnológicos; esta velocidad es la que hace que sea cada vez más trascendente, insistimos, que el profesorado universitario desarrolle competencias para aprender a aprender de manera crítica y reflexiva, y que será lo que le permitirá adaptarse a la velocidad de los cambios de la realidad y le prepare para aportar soluciones efectivas a problemas sociales relevantes, en el momento y contexto adecuados.
 
 

sábado, 28 de enero de 2012


TECNOLOGÍAS EMERGENTES

Un panorama importante sobre algunas de las tecnologías emergentes más relevantes en la actualidad, es el que presenta el “Horizon Report” como parte de una serie de reportes anuales internacionalmente reconocidos desde el 2002 al respecto. En el último reporte del 2011, el dedicado al ámbito de la Educación Superior, el grupo de expertos internacionales que lo realizó, analizó e identificó aquellas tecnologías emergentes más relevantes que tendrán un impacto profundo en los próximos cinco años (el tiempo de adopción entre 2011-2015) en los ámbitos de la enseñanza, el aprendizaje y la investigación creativa (Johnson, Smith, Willis, Levine, y Haywood, 2011:6). Las seis tecnologías clave que se presentan en él, están organizadas en el orden de valoración dado por los expertos y estructuradas en tres horizontes de adopción:

Horizontes de adopción
Tendencias clave
Retos críticos
1 año o menos
2 - 3 años
3 – 5 años
1.
Libros electrónicos
3.
Realidad aumentada
5.
Interfaces gestuales
ü La abundancia de recursos e interacciones a través del Internet está incrementando el reto para repensar sobre nuestro rol como educadores en cuanto a ‘producción de sentido’, ‘coaching’ y acreditación’.
ü  Las personas esperan trabajar, aprender y estudiar en el tiempo y lugar que lo deseen.
ü El mundo del trabajo es incrementalmente colaborativo, acrecentando la reflexión sobre la forma en que los proyectos de los estudiantes son estructurados.
ü Las tecnologías que usamos están incrementalmente basándose en ‘la nube’ (cloud-based), y nuestras nociones sobre el soporte en TI tienden a la descentralización.
ü La alfabetización digital continua en ascenso de importancia como competencia clave en todas las disciplinas y profesiones.
ü Las mediciones apropiadas para la evaluación están quedando rezagadas por la emergencia de nuevas concepciones sobre la escuela, formas de autoría, publicación e investigación.
ü Las presiones económicas y los nuevos modelos de educación están compitiendo fuertemente contra los modelos tradicionales de universidad.
ü Seguir el ritmo de la rápida proliferación de la información, herramientas de software y recursos está desafiando igualmente a profesores y alumnos.
2.
Tecnologías móviles (teléfonos, tabletas…)
4.
Aprendizaje basado en juegos

6.
Herramientas analíticas para el aprendizaje


Tabla 1. Tecnologías emergentes más significativas en ES para 2011-2015 (Johnson, Smith, Willis, Levine, y Haywood, 2011)

  1. De lo anterior, queremos subrayar lo que aparece como tendencias clave y retos críticos de nuestro futuro a corto y mediano plazo en la educación, y que se refiere justamente al replanteamiento de la función y roles de los educadores en la sociedad actual; se enfatiza también la reflexión sobre la necesidad de alejarnos de las formas tradicionales en educación, no sólo con respecto a sus agentes, sino en sus estructuras, procesos y grandes finalidades. Asimismo, queremos resaltar la cuestión que sigue emergiendo en los primeros planos de las reflexiones internacionales al respecto, y que refieren a la alfabetización y competencia digital como competencias clave que han de desarrollar, hoy más que nunca, tanto profesores, como alumnos.