domingo, 29 de enero de 2012

LAS TECNOLOGÍAS EMERGENTES Y SUS RETOS EDUCATIVOS

       ¿Qué son y cuáles son las tecnologías emergentes?
Para esta parte del trabajo, mi exposición se basará en un informe denominado “Horizon 2011” que emana del “Proyecto Horizon” del “Nuevo Media Consortium” (NMC). Un proyecto que se inició en 2002 y cuya labor es identificar, cuantitativa y cualitativamente, las tecnologías emergentes que probablemente tengan un fuerte impacto en la docencia, el aprendizaje, la investigación y la expresión creativa dentro de las organizaciones dedicadas a la educación.

       El informe Horizon entiende por “tecnología emergente” aquellas herramientas informáticas clave que además de utilizarse hoy, prometen un crecimiento importante en los próximos años. Bajo este paraguas, el proyecto Horizon engloba innovaciones de distinta naturaleza que están transformando las formas de pensar y de actuar con TIC, entre otras, destacan: a) Los recursos tecnológicos para la educación en general, b) Los recursos para la atención a la diversidad de manera especial, c) Las nuevas formas de promover y garantizar la igualdad de oportunidades, d) Los nuevos métodos de comunicación, e) Los novedosos marcos de referencia en la relación usuario-profesional, f) Las guías de procesos de valoración.

     En cada edición del informe Horizon se identifican seis tecnologías o prácticas emergentes cuyo uso probablemente se generalizará en un periodo de uno a cinco años. Asimismo, se presentan tendencias y retos críticos que tendrán un efecto en la docencia y el aprendizaje en este mismo periodo de tiempo. Las tecnologías emergentes objeto de estudio en el 2011 son las siguientes: a) A corto plazo (próximos doce meses): entornos colaborativos y medios sociales, b) A medio plazo (dos a tres años): contenidos abiertos y dispositivos móviles, c) A largo plazo (cuatro o cinco años): realidad aumentada y web semántica. En esta comunicación no habrá espacio para abordar los retos que suponen todas ellas así que nos centraremos en los retos a medio plazo, y en particular; los que nos llegan de los dispositivos móviles.

     Entre las tendencias claves reseñadas por el informe Horizon está la "descentralización" del conocimiento y de las infraestructuras, el aumento de los procesos colaborativos y la necesidad de conectividad permanente. Los retos críticos continúan siendo: la necesidad de la formación de docentes y estudiantes en el uso de los nuevos medios así como la capacidad de mantener el ritmo frente a la avalancha de información y nuevos dispositivos y herramientas. Sumados a estos retos también figuran la falta de medidas adecuadas para evaluar las nuevas formas de investigación y publicación y la presión de los nuevos modelos docentes sobre el modelo tradicional de las instituciones educativas. Tal vez como manifiestan Thomas y Seely (2011) el problema está más que en las instituciones eN sí mismas, en nuestra teoría del aprendizaje. Según estos autores, estamos atrapados en un modo en el que estamos usando antiguos sistemas de comprensión del aprendizaje para tratar de entender nuevas formas de aprender, y parte de los resultados es que nos estamos perdiendo algunos datos realmente importantes y valiosos.


La brecha entre la tecnología y la pedagogía

      El vertiginoso avance de las tecnologías impregnan la práctica totalidad de. En esta nueva sociedad que aún está emergiendo las tecnologías se han convertido en algo ineludible que están transformando la práctica totalidad de las actividades cotidianas que desarrolla el ser humano. Si miramos retrospectivamente, cada nueva tecnología que ha aparecido en la sociedad ha sido probada y utilizada en educación. Sin embargo, el tiempo que suele transcurrir desde su aparición hasta su utilización educativa es sustancial.

        En este apartado sostenemos que mientras el vertiginoso avance de este fenómeno impregna la práctica totalidad de las actividades cotidianas y está cambiando los paradigmas socioeconómicos, la forma de trabajar, la forma de comunicarnos, la forma de acceder a la información, el futuro del trabajo y la vida social más allá de los que somos capaces de reconocer en nuestras vidas, en el ámbito educativo su incorporación es lenta. Por ejemplo, mientra que en la sociedad ya se camina en la Web 3.0. en educación aún se trabaja por conseguir la escuela 2.0. Debemos ser conscientes de la enorme inercia que sufre la educación 1.0. Son pocos los indicios existentes que nos permitan afirmar que la educación está evolucionando hacia el paradigma 3.0. y que eN las escuelas 1.0. no se puede enseñar a estudiantes 3.0.
El avance del desarrollo tecnológico es un hecho sin discusión pero su integración real en las aulas no es un hecho resuelto en términos generales. Tenemos que reestructurar nuestros sistemas educativos para poder satisfacer las necesidades de la sociedad moderna y del futuro ¿Pero por qué no evolucionan al mismo ritmo? Entre otras muchas razones algunas que nos parecen obvias son las siguientes. En primer lugar, las TIC no nacen el en contexto educativo sino que es diseñado con fines comerciales en lugar de uso educativo. En segundo lugar, se la inversión para el desarrollo de la aplicación pedagógica de las tecnologías es mucho menor que el que se utilizar para su propia creación. Así pues, lo que suele hacer el sistema educativo es una adaptación de las posibilidades tecnológicas de la herramienta al uso pedagógico de la misma. Otra de las explicaciones es que muchas de las actuales generaciones de profesores no han aprendido a través de la tecnología por lo las prácticas didácticas se desarrollan lentamente y en la teoría casi nada. Por último, un punto clave es el hecho de que las tecnologías cambian rápidamente en comparación con anteriores tecnologías también aplicadas a la educación. Esto tiene varias consecuencias como que los profesores no tienen tiempo para aprender de la experiencia y tienen dificultad para mantenerse al día por lo que pueden sentirse reacios a invertir tiempo y esfuerzo en las últimas tecnologías. Este continuo cambio puede dar lugar a "la alienación de las TIC y provocar ansiedad" en algunos profesores.

      Como consecuencia, la utilización pedagógica de las herramientas tecnológicas suele estar sin explorar en gran parte (Selwyn, 2007). Como ha puesto de manifiesto este autor, la tecnología como herramienta pedagógica está infrautilizada y en muchos casos sigue estando sin explotar Es decir, la aplicación didáctica suele ir a remolque de los desarrollos tecnológicos. En muchos otros casos lo que se hace es una transmisión tecnológica de las aplicaciones a la educación lo que conlleva que en muchos casos, sigan estando presenten los modelos tradicionales de enseñanza sin modificar nada en el proceso ni desde luego pensar en las finalidades de la incorporación de nuevas herramientas. No vamos a profundizar en este momento en lo que significa este hecho (Rodríguez Izquierdo, 2010, 2011). En cualquier caso, el diagnóstico en el que se encuentra la implantación de las tecnologías emergentes en educación dista mucho de ser unánime. Las respuestas desde la literatura a las preguntas que nos hacíamos en este apartado son contradictorias. Por una parte, hay autores que piensan que nos encontramos en una fase de “fijación técnica” donde se pone una fe infalible el uso tecnológico de las herramientas.

       No podemos estar ajenos de donde estamos hoy y hacia donde van las tecnologías a nivel social y dónde están las tecnologías en su aplicación pedagógica a nivel educativo. Sin necesidades de grandes análisis inmediatamente observamos que las tecnologías emergentes ni surgen ni se aplican directamente con sentido pedagógico a los procesos educativos. Más bien, existe una brecha (la desconexión digital) importante en el desarrollo tecnológico entre las innovaciones tecnológicas y las innovaciones pedagógicas que se derivan de las mismas como puso de manifiesto la investigación de Luckin et al. (2009).

      Además, las evidencias indican que aunque la tecnología es pieza clave en la sociedad actual pero no es la solución mágica a los problemas educativos (OCDE, 2010). No se puede ignorar que Estados Unidos, el país mas “desarrollado” del mundo en las tecnologías de la información y de la comunicación, el multimedia, el Internet, etc., tienen un nivel de instrucción especialmente deplorable según un estudio de las Organización de Cooperación y Desarrollo Económico. Lo que realmente importa es cómo se explota creativamente y constructivamente la alineación de los elementos (Wiske, 2005; Jonassen et al, 2008, Cuban, 2008,). El reto que tenemos por delante es repensar cómo se produce la integración de las tecnologías en los procesos de aprendizaje y docencia.

     Mishra y Koehler (2006) presentan un documento sobre "el conocimiento del contenido pedagógico tecnológico” con esta cuestión. Parte del problema que argumentan es que ha habido una tendencia a tener en cuenta sólo a la tecnología sin más y no cómo se utiliza. El mero hecho de introducir la tecnología al proceso educativo no es suficiente. Por tanto, es cada vez más evidente que nuestra principal atención debería centrarse en estudiar la utilización pedagógica de la tecnología.

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